12/03/2008

CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA

En general, el flujo de electricidad a través de un conductor es debido a un transporte de electrones. Según la forma de llevarse a cabo este transporte, los conductores eléctricos pueden ser de dos tipos:
  • conductores metálicos o electrónicos
  • conductores iónicos o electrolíticos.
Al segundo tipo pertenecen las disoluciones acuosas. En ellas la conducción de electricidad al aplicar un campo eléctrico se debe al movimiento de los iones en disolución, los cuales transfieren los electrones a la superficie de los electrodos para completar el paso de corriente. La conductividad eléctrica (CE) de una disolución puede definirse como la aptitud de ésta para transmitir la corriente eléctrica, y dependerá, de:
  • voltaje aplicado,
  • tipo, número, carga y movilidad de los iones presentes,
  • viscosidad del medio en el que éstos han de moverse.
En nuestro caso, este medio es agua, y puesto que su viscosidad disminuye con la temperatura, la facilidad de transporte iónico o conductividad aumentará a medida que se eleva la temperatura.
Según la ley de Ohm, cuando se mantiene una diferencia de potencial (E), entre dos puntos de un conductor, por éste circula una corriente eléctrica directamente proporcional al voltaje aplicado (E) e inversamente proporcional a la resistencia del conductor (R).
I=E/R
En disoluciones acuosas, la resistencia es directamente proporcional a la distancia entre electrodos (l) e inversamente proporcional a su área (A):
R= r·l/A
Donde r se denomina resistividad específica, con unidades W·cm, siendo su inversa (1/r) , la llamada conductividad específica (k), con unidades W-1·cm-1 o ohm/cm.

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